Gran victoria en Valencia (25-28)

Crónica oficial

Derroche de Coraje, de energía, de talento y de Sangre Fría llevó el sábado por la tarde en plenas Fallas, cerca del centro de la ciudad, rodeados de Fallas y Casals Falleros, en lo que ha sido una intentona, primero de que el equipo no se presentara a Jugar y luego con algunas actitudes más bien antideportivas de su entrenador y una jugadora muy, muy veterana.

En una jornada que todos los partidos se aplazaron, y con muchas bajas de la contestanas, las locales fuerzan que se juegue el partido (la anécdota es que por lo visto la Federación tuvo que recurrir al favor de un árbitro de categoría muy superior, porque no había disponibles).

Seis jugadoras de campo y dos porteras comenzaron el partido a las 17,40, desde el principio las visitantes marcan distancias con dos, tres y hasta seis goles al descanso 10—16 para el Erum. En todo este periodo ni un cambio, en el banquillo solo la segunda portera. Con los ánimos bastante alterados en el campo y en el banquillo local, estas fueron recortando distancias, con una presión individual, rayando el límite del reglamento, en el minuto 42 una jugadora del Erum llega tarde al salto de una local, lo que provoca su expulsión del partido, haciendo que la segunda portera Marian se convierta en otra gran protagonista del partido. Se colocan en un 20—23, (el Erum siempre estuvo por delante en el marcador), se van repartiendo los goles a cada bando y pese al desgaste físico se llega al final con un claro 25—28, puesto que a falta de un minuto era un 23—28, y las jugadoras del Erum con su entrenador optaron por no entrar en una batalla final, incluso con invasión del campo del entrenador local hacia el árbitro.

TODAS MUY DESTACADAS, la portera (una vez más) ANDREA GARIJO, la segunda portera MARIAN JUAN, debutante como jugadora con 2 goles, ANDREA SAEZ diez goles, CRISTINA BOYERO con son dos goles, ROSABEL FRANCÉS con tres goles, NATALIA ALFARO con tres goles, JULIA MAESTRE con seis goles. Sin olvidar ala entrenador ANTONIO SAEZ y la delegada de campo Amalia Tárraga, con cabeza y sangre fría para controlar un desagradable partido.

La otra nota destacada los familiares de las jugadoras y del equipo técnico acabaron con más de una lesión en las manos de tanto golpear las chapas del graderío, 60 minutos de ánimos y alientos que retumbaban en el pabellón.

El final del partido, todo el grupo pudieron disfrutar de unos churros y buñuelos en la falla, que estaba en la misma puerta del pabellón.